domingo, 13 de mayo de 2012

Oración para iniciar el camino

Vengo a ofrecerte, Señor la luz de mis ojos
Vengo a ofrecerte el camino que debo seguir
Vengo a ofrecerte el mejor fruto que den mis manos
y el tiempo, sea mucho, sea poco, que habré de vivir

Vengo a pedirte, Señor, que orientes mis pasos
Tú eres mi norte, mi sur, mi principio y mi fin
Tú eres el sólo camino que lleva a la vida
Señor yo sin ti no sabría como proseguir

Ya ves lo poco, Señor, que puedo ofrecerte
Traigo en mis manos vacías toda mi heredad
En mis alforjas ya no hay ni ilusiones ni sueños
sólo un deseo profundo de hallar la verdad

Yo nada soy, mi Señor, sólo uno entre muchos
un breve lapso de tiempo, una gota en el mar
El corto espacio en que habito me queda ya grande
llena Señor mis vacíos con tu inmensidad

Vengo a pedirte, Señor que aligeres mi carga
Es mucho el peso que aporta esta falta de paz.
Pongo a tus pies este cuerpo mortal que me has dado
para que se haga con él según tu voluntad.

(agosto/1999)

viernes, 11 de mayo de 2012

Eres el fuego que calienta mi hogar
el camino que soporta mi andar.
La estrella que alumbra el pensamiento
del ser triste que no tiene a quien hablar.

Eres tierra, eres agua, eres sol.
Eres viento que gobierna mi timón.
Conductor de almas, de esperanza sembrador
labrador,carpintero, pescador

Junto a ti
no hay tristeza, no hay dolor
Junto a ti, sólo hay amor.

No hay noche que me asuste
ni hay invierno sin calor.
Junto a ti, todo es color

Junto a ti
no hay tristeza, no hay dolor
Junto a ti, sólo hay amor.

No hay un sol que alumbre tanto.
No hay una luz mayor.
Junto a ti, solo hay amor

Si las piedras del camino
no me dejan avanzar.
Si se me cierran las puertas
y estoy harto de luchar

el recuerdo de tus palabras
me da fuerzas, va conmigo
donde vaya, siempre va.

Si la carga es muy pesada
y nadie pueda ayudar
Si hace falta un amigo
y nadie quiere escuchar
Pienso en ti.

(abril, 1997)

-Traducción de un original en gallego-

miércoles, 9 de mayo de 2012

Si tu llanto
no te deja ver el sol.
Si no hay nadie
que responda a tus lamentos.

Si no encuentras
a quien dirigir tu voz
y a solas
vives con tus pensamientos.

Ven a mi, búscame
Estoy aquí.
esperando por ti
en el camino.

No estás solo
aunque así lo creas tú.
Estoy contigo
aunque tú no puedas verme.

Como sombra
a tu lado siempre voy
caminando
aunque no puedas oírme

Abre tu corazón.
Déjame entrar.
Yo te puedo mostrar
un mundo nuevo

Ven a mi, búscame.
Estoy aquí
Esperando por ti
(ven búscame)
en medio del camino.

Abre tu corazón.
Déjame entrar.
Hay un mundo de amor
(que por ti espera)
donde la paz no es sueño.

Ven a mi, búscame.
Yo soy tu amigo
y aquí espero por ti
(me encontrarás)
en tu mismo camino.

Abre tu corazón.
Déjame entrar.
Yo te puedo mostrar
(si tú me dejas)
un mundo nuevo.

(abril, 1997)

lunes, 7 de mayo de 2012

Iba arrastrando mis pasos
muy triste por el camino
(mis pasos iba arrastrando)
y la soledad del monte
se iba arrastrando conmigo

Ciegos mis ojos. Los ojos
llenos de lágrimas, sufriendo,
iba arrastrando mis pasos
muy triste por el camino

Con las manos vacías de sueños
cerradas, esperando lucha
(con las piedras iba luchando)
y las soledades del monte
venían a pelear conmigo.

Un niño de ojos extraños
que alumbraban como cirios
cuando arrastraba mis pasos
encontré en aquel camino

Me dijo: ¿tú por qué lloras?
¿por qué tan solo, mi amigo?
Dijo: "yo también ando solo
deja que vaya contigo

Déjame que te acompañe
(deja que vaya contigo)
que son malos compañeros
la soledad de la noche
y las piedras del camino

No hablaré si tú no me hablas
caminaré despacito.
El sonido de mis pasos
ni llegará a tus oidos.

Abrí, entonces, mis manos
(en medio de aquel camino)
y una esperanza olvidada
que, sin darme cuenta llevaba
escondida en un bolsillo
surgió cual rayo de fuego
para ponerse a mi lado.
y vi que había más gente
y otras manos que se abrían

Y vi que no iba solo.
Y vi hombres y mujeres
que allí, hasta entonces, no viera
(que ver allí no podía)
por tener los ojos cerrados
a la claridad del día

(abril, 1997)
-traducción de un original en gallego-

sábado, 5 de mayo de 2012

Si tienes tus manos cerradas
¿dónde esperas que deposite Dios
las bendiciones que reserva para ti?

(abril,1997)

jueves, 3 de mayo de 2012

Demos un chance a la gente
Demos un chance a la vida
Demos, al mundo, una mano
"Demos un chance a la paz"

Derriba ese muro que te aleja del vecino
Construye un buen camino
y sal a caminar.

Demos un chance a la vida.
"Demos un chance a la paz"

Dispersa las nubes que obscurecen tu mirada
verás que, de la nada
un sol nuevo surgirá.

Demos al mundo una mano
"Demos un chance a la paz"

(...)

(Abril, 1997)

martes, 1 de mayo de 2012

Y la noche sobre el pensamiento cae cuando éste es incapaz de ir más allá de si mismo; cuando el ser humano cierra sus sentidos a todo lo que no sea su propio bienestar y se obsesiona en dar satisfacción a unas necesidades materiales que no son suyas: le han sido impuestas por otros hombres que, como él, han dejado olvidado, tal vez en el bolsillo de algún pantalón que ya no usan, el verdadero sentido de la vida.

(Sobre las colinas de su egoísmo,
levanta, el hombre, una cruz
y allí, su fe, crucifica
sin entender que ello implica
también, apagar la luz.

Esa luz que nos permite ver un objetivo
en cada instante de existencia.
Sin motivo, sin creencia
sin destino definido
sin un sueño en que soñar
perdemos la perspectiva.
En un círculo sin fin
se nos convierte el camino
y en un continuo dar vueltas
desperdiciamos la vida)

Pero
¡La vida es un camino!
¡Vivir es un motivo!
Una meta que se renueva cada vez que sale el sol.

Somos transportistas al servicio de Dios y la vida es, tan sólo, un vehículo que Él nos presta para que transportemos su mensaje por esta tierra.

Y su mensaje es algo más que palabras. Es alegría, es ilusión, es esperanza. Es consuelo para el que sufre y luz para el que anda en tinieblas. Y se expresa, también, con algo más que palabras. Se expresa en un gesto amable; en una simple caricia; en una tierna mirada; en una dulce sonrisa.

Demos un chance a la gente que con nosotros convive, que a nuestro lado se mueve, que con nosotros camina y con nosotros tropieza mientras transcurre, callado, el tiempo de cada día.

(...)

(abril, 1997)