domingo, 23 de noviembre de 2014

Mi cantar

Mil hombres veo en el mundo.
Van caminando sin rumbo
por tortuosos caminos
llenos de odio y amargura:
pobre y débil armadura
para enfrentar sus destinos
No cantan. Van en silencio.
Tan sólo, de vez en cuando,
se escucha una voz de mando
que se aleja con el viento
Nubla sus ojos el llanto
y una lluvia que no es lluvia
humedece tristemente
la tierra que van pisando.
Quien siembra lágrimas hoy
no cosechará sonrisas.
La sonrisa es tierno trigo
y es, el llanto, la cizaña
que el rencor trae consigo.
Con muy lento caminar
de vida y alma vacíos
van mil hombres por el mundo
por no aprender a cantar.
....
He, pues, aquí mi cantar.
Quien quiera cantar conmigo,
eche al bosque del olvido
su tristeza y su pesar.
Eche sus penas al mar
del odio se haga enemigo
y sobre el tiempo vivido
venga conmigo a sembrar.
Venga conmigo a sembrar
que sembrar, sólo, no puedo
que aunque fértil sea el suelo
dos manos no siembran paz.

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